EL SUEÑO
HECHO REALIDAD
Al caer la tarde, ahí estaba Abner Suazo una joven promesa
del fútbol hondureño, de tan sólo 20 años, sentado en las graderías del Estadio
Emilio Larach de la popular colonia Kennedy, esperando el momento de la
entrevista.
En el instante en que nos íbamos acercando, levanto la mirada
el originario de Santa Fe, Colon, ubicado en la parte septentrional del país y
nos recibió con un afectuoso saludo. Sin ya dar mucho preámbulo empezaremos con
la amena conversación que sostuvimos por treinta (30) minutos.
SU NIÑEZ
Nací en Santa Fe, Colón un lugar bastante colorido del cual
nunca me olvido, ahí tengo mis raíces, mis mejores recuerdos de la infancia –empieza
a ponerse nostálgico y recordar esos momentos con una sonrisa-, tuve varios
amigos que hasta el día de hoy aún nos llevamos y mantenemos comunicación.
Nos divertíamos bastante, como en aquellos tiempos no había
mucho peligro, salíamos a toda hora a jugar pelota, platicar era un ambiente
sano y agradable.
En la etapa de la escuela, fui un estudiante aplicado,
estudiaba mucho y quería sacar excelentes notas, para poder ver sonreír a mi
madre, ya que gracias a ella soy lo que soy, un gran hombre, ella es el motor
de mi vida, mi todo.
VENIDA A TEGUCIGALPA
Cuando tenía ocho (8) años, nos mudamos a la capital, para
seguir saliendo adelante, como la familia luchadora que somos. En ese instante
fue que el sueño de ser futbolista empezó.
A pesar de que mi época en el colegio no fue tan buena, ya no
era tan aplicado como lo fui en la escuela, debido a que me encontré con todo
tipo de personas –empieza haber seriedad en su rostro-, tanto positivas como
negativas que hicieron grandes cambios en mi vida.
De las cuales pude sacar provecho de cada una de ellas para
ser una mejor persona y gracias a Dios no me desvié de mi objetivo que era
poder graduarme del colegio (Bachiller en Ciencias y Letras), y al final logré
mi propósito, mi meta a pesar de las dificultades y del ambiente negativo que
me rodeaba.
SUS INICIOS EN EL
FÚTBOL
Ese mismo año que nos vinimos a Tegucigalpa, empecé a formar
parte del Olimpia –denota alegría al hablar de fútbol-, en la categoría
Zancudos y poco a poco fui ascendiendo; a la edad de los doce (12) años me
llamaron a un proceso de la selección sub-17, de la cual fui compañero de
Anthony Lozano, Alex López y Nestor Martínez.
-Al hablar de su primer partido en su rostro se refleja una
sonrisa-, recuerdo mi primer encuentro como si fuera ayer, un día antes no
podía dormir, me encontraba ansioso por poder debutar , que las horas avanzaran
rápido, para que llegara el gran día.
Inicié de titular y como todo gran sueño, debuté con un gol. No
recuerdo quien me dio el pase, pero fue un desborde por la banda derecha, mandaron
el centro y yo solamente empujé el balón hacia la red con mi pierna derecha.
PORTANDO EL NÚMERO CUANDO EL SUEÑO EMPEZÓ.
PASO POR EL GIMNÁSTICO
He jugado en los equipos Olimpia, Motagua, Necaxa y ahora el
Gimnástico (un equipo de 50 años de fundación) que le ha llevado tiempo
sobresalir, pero somos un conjunto luchador, que se entrega en cada partido, por
dar lo mejor de nosotros mismos y lograr ese paso de jugar en primera división
(se encuentran en la liga de ascenso y son primeros de la zona centro-sur).
Mi paso por este gran equipo ha sido excelente y estoy muy
agradecido por haber confiado en mi persona y ser parte del equipo que
conquistó la liga mayor ha sido un momento muy feliz para todos nosotros,
cumplimos un propósito y esperamos conquistar el próximo.
En este club he aprendido mucho, ya que han llegado jugadores
con experiencia y les he sacado provecho a cada uno de ellos, más un entrenador
que ha sabido aconsejarme y manejar mi temperamento.
Además a la hora de jugar mis mayores fortalezas son la
fuerza, agilidad al conducir y con amplia visión de juego. Espero muy pronto
poder formar parte de la Selección Nacional con mucho trabajo y dedicación y
luego dar el gran paso de jugar en un equipo grande de Europa.
CELEBRANDO CON SU FAMILIA EL TÍTULO OBTENIDO DE LA LIGA MAYOR.
UN JOVEN QUE NUNCA OLVIDA SUS RAÍCES.
CONSEJO A LAS NUEVAS
PROMESAS
Que cada uno sean pacientes y se esfuercen al máximo para
poder alcanzar sus metas una a una y que lo más importante y primordial es
confiar en Dios, ya que Él irá abriendo oportunidades y las tienen que saber aprovechar.
CELEBRANDO CON MESURA UN GOL ANTE EL EQUIPO QUE LO VIO NACER.
Excelente artículo. Un ejemplo digno de imitar
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ResponderEliminarFelicidades se que llegará muy lejos, tiene la capacidad y se lo merece.
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